POR tv

Lovecraft Country, HBO y su nueva apuesta, vampiros, monstruos y segregación racial

Es difícil categorizar Lovecraft Country (Territorio Lovecraft). El nuevo drama de HBO, que se estrena este 16 de agosto, está ambientado en el Estados Unidos racialmente segregado de los cincuenta. Pero cuando tienes la sensación de que la serie no podría ser más históricamente verídica, Lovecraft Country toma un giro hacia lo paranormal.

Me ha incomodado mucho. Pero no solo por sus monstruos y espíritus malignos acechando en la oscuridad. Me ha perturbado el retrato de los «pueblos del atardecer» (sundown towns), las zonas segregadas en los autobuses, las entradas separadas para los negros. La serie muestra la vida de aquellos a quien se les podía negar el servicio simplemente por el color de su piel. Podían acosarlos a diario. La policía. Sus vecinos blancos.

No soy negra. No soy originalmente de Estados Unidos. Pero esta historia me ha resultado increíblemente relevante. Me ha ayudado a entender un poco mejor el país lleno de conflictos al que emigré.

Jonathan Majors (The Last Black Man in San Francisco) interpreta a Atticus Freeman, un veterano de la guerra de Corea con afición a la literatura de ciencia ficción. Atticus va a Chicago para averiguar qué ha sucedido con su padre, Montrose (Michael K. Williams), que desapareció dos semanas antes. Atticus acaba embarcado en un road trip por el Medio Oeste estadounidense y hasta Massachusetts con su tío George (Courtney B. Vance) y su amiga de la infancia Leti (Jurnee Smollett).

El viaje empieza con una secuencia en la que la conducción es a ritmo de las palabras de 1965 de James Baldwin durante un debate en Cambridge University sobre la inviabilidad del sueño americano para los afroamericanos. La voz de Baldwin no es el único anacronismo de Lovecraft Country. La banda sonora está llena de temas de Etta James y Nina Simone de los sesenta, además de Rihanna, Frank Ocean y Marilyn Manson. Hay una secuencia de Leti en una iglesia que incorpora la voz de esta campaña de Nike de 2017 para reivindicar la igualdad de la comunidad LGBTQ. Ninguno de estos elementos parece fuera de lugar en Lovecraft Country. Todos ellos ayudan a ligar la serie y sus temas no solo con el presente, sino con diferentes momentos de la historia.

Lovecraft County no se puede ver con el cerebro solo medio encendido. Esta adaptación de 10 episodios de la novela homónima de Matt Ruff está llena de simbolismo y crítica. Incluye numerosas referencias a libros, desde The Outsider and Others de H.P. Lovecraft, al Dracula de Bram Stoker o las historias del personaje John Carter de Edgar Rice Burroughs.

Nada parece dejado al azar. Incluso el apellido de Atticus es deliberado. Es el bisnieto de un esclavo. Se apellida Freeman (hombre libre).

Subir