Música

Guns N Roses, de vuelta en el ayer

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Guns N Roses en Phoenix, Arizona. Cortesía Katarina Benzova

Hace año y medio, debido a «diferencias irreconciliables», la reunión, por lo menos de los principales miembros de Guns N Roses parecía poco menos que imposible, bueno nada que una buena cantidad de billetes verdes no pudieran solventar.

Al anunciarse la gira «Not In This Lifetime», donde Axl Rose, el guitarrista Slash y el bajista Duff McKagan, volvían a encontrarse, los recuerdos de la volatilidad, lo impredecible y el sentimiento de desastre inminente regresaron a la cabeza de aquellos que seguimos a Guns N Roses en su «época dorada», es decir la de los álbumes Apettite for Destruction, Líes y Use your Illusion I y II.

Tantas malas anécdotas como aquella gira con Metallica en 1992, hasta después en los 90 ver la desintegración de la alineación original hasta aquellos intentos de Axel Rose de mantener vivo el proyecto con sus giras en apoyo a la producción de Chinese Democracy.

Nos tocó en esta ocasión ver a Guns N Roses, casi 30 años después del lanzamiento de su disco Appetitte for Destruction y 24 años después de la última gira de «vacas gordas».

La parada fue en el estadio de la Universidad de Phoenix, en Glendale, presentado por Live Nation, donde Guns N’ Roses, en su Not In This Lifetime tour.

Fueron más de 60 mil personas las que vieron a Axl Rose, Duff McKagan (bass), Slash (lead guitar), Dizzy Reed (keyboard), Richard Fortus (rhythm guitar), Frank Ferrer (drums), y Melissa Reese (keyboard).

¿El set list? claro iniciando con It’s So Easy y Mr. Brownstone de su primera producción para después dar la primera sorpresa de la noche, con Chinese Democracy. Luego la antesala del infierno «You gonna Die!» gritó Axl, en preludio a Welcome to the Jungle

Luego de Double Talkin’ Jive y la extraña Better, siguió un pasaje inolvidable con Estranged, Live and Let Die, Rocket Queen y You Could Be Mine que fue parte del soundtrack de Terminator II.

Otra extrañeza fue You Can’t Put Your Arms Around A Memory/New Rose y This I Love; para dar paso a Civil War, seguido de Coma.

En las breves interacciones que Axel tuvo con el público aprovechó para presentar a los miembros de la banda y después un solo de guitarra de Slash inspirado en el tema de la película El Padrino, Speak Softly Love y otro viaje a un clásico de la banda como Sweet Child O’ Mine y otra antítesis con Better para volver a elevar los decibeles de locura con Out Ta Get Me.

Slash y Richard Fortus se aventaron el «palomazo» con una mezcla de Wish You Were Here de Pink Floyd y Layla (la última parte) de Eric Clapton, como preludio a la monumental y siniestra balada de  November Rain.

La nostalgia no paró ahí ya que vino el cover de Bob Dylan, Knockin’ on Heaven’s Door y después Nightrain para despedirse por primera ocasión.

El «encore» fue una combinación de temas conocidos y de aquellos que solo los «Hard Die Fans» pueden reconocer como Catcher in the Rye, Patinete, The Seeger (cover de The Who) y cerrando de manera espectacular con Paradise City.

Es cierto, el tiempo no pasó en balde, Axl apenas es una sombra de lo que era en el pasado, aunque pudo haber sido peor, se había fracturado un pie y por ello en la primera parte de la gira tuvo que cantar en el trono que le cedió David Grohl de Foo Fighters, aunque ahora ya lucía recuperado. Además tenemos que recordar que se había involucrado con algunas fechas de la gira europea de AC/DC como cantante substituto.

El público salió satisfecho, no hubo desplantes, la banda salió extrañamente a tiempo, algo que en los sus tiempos de gloria sería imposible de imaginar, y bien, esperemos que les depara el futuro, el cual creemos no será largo. (Cecilia Méndez y Carlos Torres Bujanda, Corresponsales de Vida Latina en Phoenix, Arizona)

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Guns N Roses en el Estadio de la Universidad de Phoenix en Glendale, Arizona Foto Katarina Benzova

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