Arizona se convierte en el centro de la diversión en los Estados Unidos y el mundo

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Los meses de invierno y primavera son la temporada turística en Arizona, con visitantes que descienden al Valle del Sol para escapar del frío y disfrutar del aire libre.

El Super Bowl agrega otra capa de bullicio, las más de 100,000 personas adicionales llenan bares, restaurantes y fiestas en todo el desierto.

Agregue el Phoenix Open, la versión del PGA Tour de un mosh pit con alcohol en el césped, y el área de Phoenix se transforma en un Valley of Fun de una semana.

“El rumor definitivamente está aquí”, dijo Jay Parry, presidente y director ejecutivo del Comité Anfitrión del Super Bowl de Arizona. “Va a ser más grande y mejor que el anterior”.

El último, en 2015, fue un gran éxito.

Los New England Patriots y los Seattle Seahawks jugaron un Super Bowl épico que se convirtió en una parada en la línea de gol en los últimos segundos. El Phoenix Open ya se había establecido como el mayor espectáculo sobre hierba y Tiger Woods impulsó las festividades jugando en el evento por primera vez desde 2001.

El Super Bowl de este año tiene los ingredientes para otra mezcla memorable.

En Arizona el área de Phoenix, Scottsdale y Glendale revive con el Super Bowl

Los Kansas City Chiefs están de vuelta en el Super Bowl por tercera vez en cuatro años, tratando de ganar su tercer campeonato en general, mientras que los Philadelphia Eagles están compitiendo por su segundo título en seis años. También contará con dos de los mariscales de campo más dinámicos de la NFL: Patrick Mahomes de Kansas City y Jalen Hurts de Filadelfia.

El juego del domingo es obviamente la pieza central, pero la preparación es una fiesta divertida de una semana.

Para Super Bowls anteriores, Glendale, donde está el estadio, Scottsdale y el centro de Phoenix fueron los puntos focales festivos. El jolgorio se ha extendido por todo el Valle para el juego de este año.

La NFL y el comité anfitrión tienen 20 eventos sancionados en los cuatro días previos al Super Bowl, parte de más de 200 eventos en el área de Phoenix.

Este Super Bowl tiene no uno, sino dos sitios NFL Experience para los aficionados. Uno está en el Centro de Convenciones de Phoenix, donde los fanáticos pueden patear goles de campo, lanzar pases o correr a través de un grupo de maniquíes de tacleo.

La experiencia en Hance Park en el lado norte del centro de la ciudad tiene música en vivo por las noches y albergará una fiesta al aire libre que incluirá las pantallas de video más grandes de Arizona. El paso elevado de la Marina para el juego en Glendale también pasará sobre el parque justo después del himno nacional.

“Es asombroso”, dijo el aficionado de los Eagles, Sean Duffy, quien voló desde Filadelfia con su familia para asistir al juego. “Vamos a todos los partidos y estar aquí es genial, especialmente por el clima”.

Así es la música.

Rihanna ahora le dijo que si al show del medio tiempo del SB

Rihanna actuará en el medio tiempo y probablemente tendrá uno o dos invitados sorpresa. El cantante de country Chris Stapleton está cantando el himno nacional con el actor ganador del Oscar Troy Kotsur interpretándolo en lenguaje de señas. Babyface cantará “America The Beautiful”.

Para aquellos que no van al juego, hay muchos otros actos de renombre en el Valle, como Snoop Dogg, Cardi B, Paramore, Machine Gun Kelly, Dave Matthews Band, Tim McGraw y muchos otros.

“Esta vez, el interés de los fanáticos en el Super Bowl ha sido realmente alto y ser parte de él ha sido increíble”, dijo Parry, quien también fue parte del Super Bowl 2015.

El Phoenix Open se ha sumado a ello.

El Phoenix Open también congrega a mas de 100 mil personas en el mismo fin de semana del Super Bowl

El torneo en TPC Scottsdale ha pasado de ser una parada más en la gira de la costa oeste del PGA Tour a ser el lugar de fiesta del circuito. Cientos de miles de fanáticos descienden al campo del desierto cada año (un récord de 216,000 en 2018) para animar y abuchear a niveles de decibelios más adecuados para un partido de fútbol.

El hoyo 16 par 3 es el epicentro ruidoso, un pandemonio de tres capas con más de 20,000 fanáticos a menudo ebrios que crean la versión de golf de un crucero de fiesta.

El Phoenix Open tiene un perfil aún más alto este año.

El PGA Tour elevó las bolsas de cuatro torneos en respuesta a la liga de golf LIV financiada por Arabia Saudita. El Phoenix Open es uno, con una bolsa de $20 millones y $3,6 millones para el ganador, frente a los $8,2 millones y $1,4 millones del año pasado.

Otro cambio: la cerveza se venderá en vasos en lugar de latas en el hoyo 16 después de que los fanáticos crearan una tormenta de cerveza por un par de ases.

No espere que disminuya el alboroto.

“No creo que sea el favorito de todos”, dijo el jugador del PGA Tour Jon Rahm, quien jugó en el cercano Arizona State. “Creo que o lo amas o lo odias. No hay en el medio. Con mi caso, me encanta.”

Encuentre algo que no le guste en Phoenix esta semana, es probable que haya algo más a la vuelta de la esquina en el Valle de la Diversión.