Escándalo en Finlandia: Miss Universo 2025, racismo y una crisis diplomática inesperada

Share

Tweet

Share

Share

Email

Comments

Lo que comenzó como una foto aparentemente casual terminó convirtiéndose en un problema internacional para el gobierno de Finlandia. El país nórdico enfrenta acusaciones de racismo desde Asia luego de que su representante para Miss Universo 2025, Sarah Dzafce, fuera captada realizando un gesto ofensivo hacia personas asiáticas, desatando una polémica que cruzó fronteras y llegó hasta el despacho del primer ministro.

La imagen que lo detonó todo

La controversia estalló cuando se viralizó una fotografía de Dzafce tirando de las comisuras de sus ojos, acompañada del texto “comiendo con un chino”. La imagen fue ampliamente condenada en Finlandia y en distintos países asiáticos, donde se calificó como un gesto claramente discriminatorio y racista.

La reacción fue inmediata. Días después, Sarah Dzafce perdió su corona de Miss Finlandia, un título que había ganado apenas en septiembre.

La versión de la ex Miss Finlandia

Dzafce intentó explicar lo sucedido. A medios locales aseguró que estaba tratando de aliviar un dolor de cabeza y que la imagen era privada. Según su versión, fue un amigo quien compartió la foto y escribió el pie de foto sin su consentimiento.

El 8 de diciembre, la joven publicó una disculpa pública en redes sociales.

“El título de Miss Finlandia no es solo una corona para mí, sino también una responsabilidad”, escribió.
“Asumo la responsabilidad de mis acciones y aprenderé de esto”.

A pesar del mensaje, el daño ya estaba hecho.

Miss Finlandia retira el título

La Organización Miss Finlandia (Miss Suomi) confirmó días después la revocación oficial de su estatus como representante nacional para 2025.

“Los eventos de los últimos días han causado un profundo dolor y decepción tanto en Finlandia como internacionalmente”, señaló la organización.
“El racismo nunca es aceptable en ninguna forma”.

Políticos avivan el fuego

Lejos de calmarse, la polémica se intensificó cuando políticos finlandeses de extrema derecha, incluidos miembros del Parlamento que forman parte de la coalición gobernante, publicaron fotos replicando el mismo gesto, en un aparente acto de apoyo a Dzafce.

Este hecho elevó el conflicto a un nivel político y diplomático.

Disculpas oficiales y tensión con Asia

La indignación se extendió rápidamente por Asia. Ante la presión, el primer ministro Petteri Orpo emitió disculpas formales dirigidas a países como Japón y Corea del Sur, publicadas incluso en los idiomas locales a través de las embajadas finlandesas.

“Estas publicaciones no reflejan los valores de igualdad e inclusión de Finlandia”, afirmó Orpo.
“El racismo y la discriminación no tienen lugar en la sociedad finlandesa”.

El mandatario subrayó que los políticos deben servir como ejemplo y aseguró que el gobierno toma el tema con seriedad.

Japón exige respuestas

El gobierno japonés confirmó que expresó su preocupación directamente a la embajada finlandesa en Tokio. El Secretario Jefe del Gabinete, Minoru Kihara, reconoció las disculpas del primer ministro, pero dejó claro que esperan una respuesta adecuada y acciones concretas.

Impacto económico y turístico

El escándalo también ha tenido consecuencias económicas. En redes sociales, usuarios han llamado a boicotear viajes a Finlandia y a Finnair, la aerolínea más grande del país.

Päivyt Tallqvist, vicepresidenta senior de comunicaciones de Finnair, admitió que la controversia ha afectado las operaciones internacionales, aunque sin entrar en detalles.

Una crisis que va más allá de una corona

Lo ocurrido demuestra cómo una imagen, amplificada por redes sociales y malas decisiones políticas, puede transformarse en una crisis diplomática y de reputación nacional. Finlandia, un país que se promueve como modelo de igualdad e inclusión, ahora enfrenta el reto de reconstruir la confianza con una de sus regiones turísticas más importantes: Asia.

La lección es clara: en la era digital, los gestos también gobiernan.